REFRESCOS: ¿EL NUEVO CABALLO DE BATALLA?

Los refrescos azucarados parecen estar en el ojo del huracán en EEUU. Después de que varios senadores hayan propuesto un gravamen especial sobre éstas bebidas, y el propio Obama haya anunciado un plan que prevé prohibirlos completamente en las escuelas públicas, en un intento de frenar la obesidad infantil, las reacciones no se han hecho esperar. “¿son los refrescos el nuevo tabaco?”, se preguntan distintos expertos. Las similitudes con la lucha antihumo son claras- algunas voces también han pedido que se incluya en las etiquetas una advertencia sobre sus riesgos-. Sin embargo, los especialistas españoles recuerdan que existen importantes matices a tener en cuenta. No hay ningún alimento o bebida causante de la obesidad por sí mismo, sino que es un cúmulo de factores. Por lo tanto, achacar toda la responsabilidad a un solo producto sería erróneo.

Se solicita, por parte de ciertos expertos, una regulación que evite que fundamentalmente los niños abusen de éste tipo de bebidas, ya que su consumo indiscriminado contribuye a aumentar el riesgo de desarrollar sobrepeso ú obesidad. No hay que satanizar los refrescos azucarados, pero sí son necesarias medidas como retirar su presencia de los colegios ó mejorar el etiquetado para que quede claro su aporte calórico. El abuso de los refrescos es una constante en el día a día de muchos españoles. Un gran número de personas pocas veces calman su sed bebiendo agua, y en cambio, siempre recurren a bebidas dulces, y estas aportan muchísimas calorías; tomar dos litros de refrescos azucarados al día equivale a una merienda contundente.

Pero la mayoría de las personas no son conscientes de que beber también engorda. Pero las calorías no son exclusivas de las bebidas con burbuja, hay refrescos con un contenido muy bajo en azucares, mientras que muchos zumos y néctares pueden llevar una grandes cantidades. Más que hablar de restringir la ingesta de refrescos deberíamos hablar de moderar el consumo de bebidas con calorías.

Incluir frases como “BEBE CON RESPONSABILIDAD Ó CONOCE TUS LÍMITES” ayudaría a fomentar un consumo más adecuado. Las autoridades habían llegado hace años a un acuerdo con la industria para que estos mensajes fueran apareciendo progresivamente en sus productos. Pero el pacto no estaba dando los frutos deseados, lo que ha conducido a un gran número de asociaciones médicas a reclamar acciones.