FRUTAS DEL BOSQUE: “SUPERALIMENTOS” DE OTOÑO

El otoño es la mejor estación para el consumo de bayas silvestres: arándano, grosella, frambuesas, majuelas, zarzamoras, etc.; son alimentos del bosque muy apreciados por su delicadeza, pero ahora los científicos han descubierto  los valores nutritivos y medicinales de éstas pequeñas frutas, ya que ayudan a prevenir diversas enfermedades degenerativas gracias a su gran poder antioxidante.

Siempre han sido muy apreciadas, por su delicadeza, por sus colores e intensos sabor dulce o agridulce, y en los últimos tiempos también se han convertido en alimentos de culto para la ciencia; su consumo supone una buena fuente de fibra y minerales como el calcio, magnesio y potasio. Además tienen un gran poder antioxidante, cualidad que retrasa el envejecimiento celular y retrasa la aparición de enfermedades degenerativas como el Parkinson, el Alzheimer y la artritis.

Un es estudio llevado a cabo en mujeres, descubrió que por gran contenido en flavonoides, las bayas como las fresas y los arándanos azules retrasan la pérdida de memoria en las personas mayores.

En una época en que cada vez imperan más los cuidados derivados de la nutrición, se impone la búsqueda de alimentos que pueden prevenir enfermedades y mejorar nuestra salud.

Propiedades sobre la salud

Se recomienda tomar dos raciones semanales de éstas frutas-mejor arándanos negros silvestres- los cuáles contienen gran cantidad de Vit C, que ayuda al cuerpo a usar las proteínas, absorber el hierro, mejora el sistema inmunitario; además estas frutillas aportan gran cantidad de fibras.

Como vemos, en multitud de de investigaciones, las propiedades saludables de éstas frutas otoñales son extraordinarias; otra cuestión es que se comercialicen algunas que contienen pesticidas y metales dañinos para la salud, como se demostró hace algunos años en torno a las bayas goji.

Todos estos descubrimientos vienen a corroborar e saber popular antiguo de las comunidades rurales, grandes consumidoras de estas frutillas que crecen en los claros de los bosques y las lindes de los campos. Algunas empiezan a madurar en primavera y otras lo hacen hasta bien entrado el otoño, pero todas valen una escapada al campo para recolectarlas.

No olvidar que cuanto más maduras estén, más antioxidantes son. Suelen ser diuréticas, y si se toman en exceso, por su elevado contenido en fibra, puede causar diarreas.

Si vas a recolectarlas al campo, aprende a identificarlas ya que algunas son tóxicas

¡¡¡Que te aprovechen durante muchos años!!!