El interés por los trastornos de la conducta alimentaria ha aumentado en los últimos años, debido a que trastornos como la anorexia o la bulimia presentan en las sociedades occidentales una incidencia elevada. Se estima que el grupo de población más vulnerable se encuentra entre las mujeres de 16 a 35 años de edad.
En general, los trastornos de la conducta alimentaria resultan de un conjunto de factores: neurobiológicos, familiares, psicológicos y socioculturales.
Hacemos aquí una breve clasificación de estos trastornos:
1.-Anorexia nerviosa: tipo restrictivo o compulsivo/purgativo.
2.-Bulimia nerviosa: purgativo o no purgativo.
3.-Trastornos por atracón.
En la bulimia nerviosa, la norma son los episodios repetidos de ingesta voraz (atracones) durante los que el paciente pierde el control. Esto genera sentimientos de culpa y autodesprecio que inducen a mecanismos de compensación: vómitos provocados, uso de laxantes y diuréticos; a veces se compensa con un ayuno prolongado y un exceso de ejercicio.
En la anorexia nerviosa, los pacientes muestran un comportamiento peculiar ante la comida: esconden comida por la casa, y llevan grandes cantidades de dulces en bolsos o bolsillos. Desde el punto de vista de salud física aparecen síntomas como hipotermia, vello débil, amenorrea en las chicas, estreñimiento, dolores abdominales, pérdida de masa muscular, y al practicarles un análisis de sangre se encuentra anemia, bajada de sales minerales, disminución hormonal….
Dadas la complicaciones médicas y psicológicas, se recomienda una terapia conjunta de psiquiatras, psicólogos y endocrinos.