Le vamos a enumerar aquí algunos de los síntomas que se pueden dar en el caso de que su glándula tiroidea le funcione poco (Metabolismo basal bajo):
– Fatiga.
– Sequedad de la piel.
– Intolerancia al frio.
– Caída del pelo.
– Problemas de concentración.
– Estreñimiento.
– Somnolencia.
– Aumento de peso.
– Disnea(fatiga).
– Disfonía(ronquera).
– Ansiedad y depresión.
– Alteraciones menstruales.
– Dolores musculares.
– Los signos físicos se manifiestan por una piel seca y áspera; extremidades frías, hiporreflexia(falta de reflejos) tendinosa, disminución de la capacidad auditiva.
El tiroides produce hormonas tiroideas y su función es vital en todos los tejidos del organismo. Es imprescindible para del desarrollo cerebral en el feto y en la maduración del recién nacido para el crecimiento y para realizar numerosas funciones metabólicas. Una mujer con problemas de tiroides puede tener dificultades para tener hijos o mantener un embarazo.
Al ser una glándula importante, el cerebro la regula en su función gracias a una sustancia denominada TSH que segrega la hipófisis; la TSH ejerce un fino control sobre la producción de hormonas tiroideas (T3 yT4). A su vez la síntesis y secreción de TSH está regulada por los centros cerebrales que producen TRH(la hormona estimulante de la TSH).
La fluctuación de la producción hormonal es constante y cambia según las necesidades y el momento: cambios estacionales, edad, crecimiento, gestación, fase del ciclo hormonal, estrés, consumo de otros medicamentos, nutrientes…
Las enfermedades del tiroides son los cuadros endocrinos más frecuentes junto a la diabetes, siendo especialmente frecuentes en mujeres. El tipo más común – hipotiroidismo primario- se debe a la afectación de la glándula tiroides en sí. La glándula funciona por debajo de su capacidad no produciendo hormonas tiroideas en cantidad adecuada. Puede ocurrir que, en el caso de segregarse hormonas tiroideas en cantidad suficiente, éstas no actúen correctamente.
Los síntomas habituales de hipotiroidismo son fatiga, sequedad de la piel,intolerancia al frío, caída del pelo, problemas de concentración, estreñimiento, somnolencia, aumento de peso, disnea, disfonía, ansiedad y depresión, alteraciones menstruales o dolores musculares. Los signos físicos se manifiestan por una piel seca y áspera; extremidades frías, mixedema, hiporreflexia tendinosa, disminución de audición y síndrome del túnel carpiano. Además, de los datos físicos descritos, la tasa metabólica basal normalmente disminuye.
En el hipertiroidismo la glándula tiroidea es “superestimulada” por la presencia de anticuerpos frente a receptores de la TSH o la presencia de nódulos hiperfuncionantes que no responden al control endocrino.
La valoración de análisis de hormonas tiroideas en sangre nos aporta una prueba de la actividad funcional de la glándula. Hay que poner especial cuidado en las referencias de normalidad de la TSH. El nuevo concepto de hipotiroidismo subclínico nos hace ser más exigentes con las cifras de TSH. El mecanismo de regulación hipofisario de la función tiroidea es de tal precisión que modificaciones mínimas en su situación se reflejan en la concentración de TSH en sangre.
Existen otras técnicas diagnósticas más invasivas como la gammagrafía, exploración necesaria para valorar los bocios nodulares y/o la punción con aguja fina, sobre todo si se busca conocer el estadio de un nódulo y para descartar un cáncer de tiroides.